Pacto transexenal

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(04 DE ABRIL, 2022) Por J. Jesús Esquivel. 

 

Pacto transexenal

 

Washington – Las palabras de Manuel Vázquez Arellano al hablar sobre un presunto “pacto transexenal” en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de la normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, reflejan rabia, impotencia y miedo a la impunidad perpetua.

Vázquez Arellano es sobreviviente de aquella trágica e imborrable noche de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero, en la que inexplicablemente las autoridades desaparecieron a 43 jóvenes estudiantes de una escuela rural y que, a más de 7 años de distancia, es la peor marca indeleble de un crimen de Estado y de violaciones a los derechos humanos en México.

Actualmente, diputado federal por Morena, Vázquez Arellano platicó con este tecleador respecto a aquella tragedia para la elaboración del nuevo episodio del podcast, Entre Washington y México, a raíz del reciente y nuevo informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre la desaparición de los 43 normalistas.

El esclarecimiento de lo ocurrido en Iguala y el castigo a los responsables no fue solamente una promesa electoral con la sociedad mexicana que hizo el hoy presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; es una deuda que se comprometió a saldar con la aplicación de la justicia ante los padres de las víctimas de ese crimen, que buscan a sus hijos y una respuesta a ese estremecedor “¿por qué?”.

Quitándose la investidura de legislador federal, Vázquez Arellano, sin el menor traspié, denuncia que como él, los padres, familiares y excompañeros de los 43 estudiantes desaparecidos, sospechan de un pacto político transexenal entre López Obrador y el expresidente Enrique Peña Nieto. Es inexplicable cómo con lo revelador del reporte del GIEI que denuncia las mentiras de Estado y la ahora ya sustentada participación en el crimen de elementos del Ejército y de la Marina, AMLO se mantenga al margen de acusar aunque sea indirectamente de omisión a Peña Nieto, al general Salvador Cienfuegos Zepeda y al almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, exsecretarios de la Defensa Nacional y Marina.

Peor aún, tal y como lo tilda Vázquez Arellano, que AMLO exonerara en automático al actual titular de la Secretaría de Marina, José Rafael Ojeda Durán, quien en esa noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014, dirigía a la Octava Región Naval e integraba el Grupo de Coordinación Guerrero.

Si como lo sentenció AMLO -lo cual punto y aparte expone el nivel de información que ya nos imaginábamos recibe el presidente- es “muy difícil” que Peña Nieto no se hubiese enterado de qué ocurrió con los 43, en Entre calaveras y diablitos que somos muy sospechosistas de los verdes y azules, creemos que es casi imposible que Cienfuegos Zepeda, Soberón Sanz y Ojeda Durán tampoco recibieran información detallada.

La “mentira o verdad histórica” del cansado y obsoleto exprocurador Jesús Murillo Karam se desmoronó desde el mismo momento de su invento. Nadie en México creímos lo que el gobierno de Peña Nieto informó en su momento. El GIEI, desde que intervino en el caso, antepuso que la narrativa de otro de los implicados, Tomás Zerón de Lucio (hoy escondido en Israel), de lo ocurrido en el basurero de Cocula, era una manipulación de lo que realmente ocurrió. Ahora sabemos y nuevamente gracias a los oficios del GIEI que en el artificio de la pantalla del basurero de Cocula participó la Marina.

 

 

Tan conscientes están de que en México, pese a las evidencias, a los políticos ricos y poderosos, la justicia no los toca, que Murillo Karam con toda la desfachatez del mundo dijo estar dispuesto a que lo investiguen. Los jefes militares se quedaron callados.

Encabronados -y con toda razón y justificación- se declararon los padres, familiares y excompañeros de los 43 estudiantes, Vázquez Arellano entre estos, luego de que AMLO omitiera señalar a quienes a ojos de la sociedad mexicana deberían rendir cuentas y muy claras.

¿Cuál es la razón por la que el presidente López Obrador no se atreve o no quiere ir sobre Peña Nieto y los altos mandos castrenses y políticos sabiendo que el asunto de los 43 no es el único esqueleto que han escondido en sus closets estos personajes? No lo sabemos. Por el bien del país y por el sueño de todos los mexicanos de que la justicia se aplique sin cortapisas, junto a El Chamuco y los Hijos del Averno, confiamos en que la presunción de Vázquez Arellano sobre un pacto transexenal sea eso; exclusivamente una pesadilla de sospecha.

 

 


*J. Jesús Esquivel es periodista, escritor, editor y productor mexicano. Actualmente es corresponsal en Washington de Proceso y colaborador de Aristegui Noticias.

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